¿Has querido viajar en el tiempo alguna vez? La verdad quien no, ya sea para saber cómo seremos en unos cuántos años más o como para cambiar algo que hicimos o no hicimos en el pasado… Pero, ¿Qué dirías si te dijeran que es posible en la realidad?
Un científico descubrió que la posibilidad de hacerlo nos rodeaba todos los días, estaba presente siempre pero a nivel microscópico y cada vez que soñábamos con esta opción supuestamente imposible, miles de posibilidades para este viaje pasaban a nuestro alrededor, esto debido a la existencia de los agujeros de gusano.
Pero estos agujeros de gusano solo explican y sirven para los viajes hacia el pasado ya que para viajar al pasado se requieren mucho más cosas y también más complejas. Pero, ¿Qué hay de los viajes al futuro? Al principio creemos que hacia cualquier lado que viajemos se requiere de los mismos elementos pero no es así. Primero que nada viajar hacia el futuro es relativamente “más fácil” ya que solo necesitamos viajar a una gran velocidad (velocidad de la luz preferentemente) o una gran cantidad de masa. Es más fácil porque conocemos la velocidad a la cual hay que llegar y también porque sabemos un lugar donde alcanzar una gran masa. No así con los viajes al pasado donde para crear un agujero de gusano se necesitan cosas que son difíciles de conseguir.
Pero no nos engañemos. Este tipo de viajes al futuro no son realmente válidos para algunos ya que en estricto rigor no nos estamos desplazando hacia el futuro… ¿Qué ocurre entonces? La física se nos escapa de las manos y de verdad nos preguntamos, ¿Es posible viajar ya sea al pasado cómo al futuro?
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